Vigila los caminos, grita para confundir, no se sabe que es o quien solo se escucha desde las laderas cafeteras
Es un espanto de los campos antioqueños. Campos de café, empinados donde es difícil ver entre la naturaleza el origen de muchas cosas.
No se sabe exactamente qué es, no se sabe desde cuando esta o cuento tiempo aparecerá, pues no se ve en una persona o animal específico, se identifica por los gritos que emite, cuando van las personas en el sendero adelante o atrás de los caminantes, a quienes hace desorientar. Quizá quiere verles perder le rumbo o tan solo es un mero juego.
Los animales también son víctima de este espanto, que grita tan fuerte que los hace confundir al gritón con el arriero que los guía, los animales no lo presienten como si lo hacen con otros espantos.
Algunos han visto un arriero enojado y cansado sentado en una montaña, desde la cual grita sin descanso, con un sonido agudo con el que asusta a la gente que también camina en las noches de tormenta, personas que tienen el infortunio y con su grito se atormentan.